jueves, 27 de septiembre de 2018

Tres riesgos que afectan tu salud y bienestar en la oficina


Cuidar la salud de  los colaboradores es muy importante, la buena gestión del capital humano y el cuidado del mismo garantizan que por su buena posición postural se prevengan enfermedades y se garantice la continuidad de los colaboradores. Si aún no tienes sillas ergonómicas para tus empleados te invitamos a conocer los riesgos que existen en la salud física o visual en la siguiente nota.

¿Quieres prevenir enfermedades laborales causadas por las extensas jornadas de trabajo en la oficina? Los riesgos asociados al quehacer de oficina son múltiples, en su desarrollo influyen factores como el diseño del mobiliario, el entorno que te rodea (la luz o el espacio) y, por supuesto, la carga postural. Una manera de evitar lesiones e incomodidad tanto física como cansancio mental, es adecuar tu ambiente e incluir sillas ergonómicas en la lista de prioridades.

Podemos mencionar tres riesgos que afectan tu salud y bienestar en la oficina. Analiza cada uno de ellos en tu realidad laboral y toma acciones para cuidar de tu cuerpo y tranquilidad:

  • La iluminación: Es un factor del ambiente que afecta directamente tu visión. Al hablar de iluminación nos referimos dos momentos. Primero, a la fuente de luz que te permite realizar tus funciones. Existe la luz natural del día, las luces blancas y las amarillas. Entre estas dos últimas, es preferible trabajar bajo la blanca, pues ilumina más empleando menos watt, ahorra energía, se mantiene constante, es decir, no pierde intensidad, y sus bombillos emiten luz fría, que no generará calor en la oficina.

Presta atención a la luz que emana de la pantalla del computador. Quizá hayas sentido fatiga visual durante tu trabajo sin entender el porqué. La razón de las molestias en los ojos, comezón, irritación e, incluso, vista borrosa, es la intensidad de la luz que tu ordenador irradia (muy brillante o muy opaca). Regúlala durante el día de acuerdo a las condiciones del entorno y mantén una distancia prudente. Así no esforzarás tus ojos y cuidarás de tu visión.

  • La movilidad: La disponibilidad de espacio en tu oficina es vital. Lo ideal es contar con un lugar no restringido en el que puedas moverte bien, desplazarte más fácilmente en las sillas giratorias y, a la vez, laborar junto a tu equipo de trabajo. Si, por cuestiones de infraestructura o número de empleados, las dimensiones de la oficina son limitadas, la solución es tomar provecho de los espacios, equipándolos con escritorios, sillas, archivadores y armarios que se ajusten al lugar.

Al elegir los elementos necesarios para la oficina, recuerda priorizar la calidad, comodidad y ergonomía. Una vez cuentes con equipamiento adecuado, es hora de preocuparse por la cultura postural.

  • Posturas en el trabajo: Si la mayor parte del tiempo sueles estar sentado, es fundamental ser consciente de tu postura. Puede ser un punto que al principio no parezca importante, pero una mala postura repercute negativamente en tu productividad y salud. Tu cuerpo te avisa cuando estás mal ubicado, te duele el cuello, la columna, los brazos y hasta las piernas. Sentarse incorrectamente no sólo es incómodo, también puede generar lesiones musculares y problemas de circulación.
Revisa tu postura constantemente, apoya tu zona lumbar sobre el espaldar, regula la altura del asiento para que tus piernas se mantengan alineadas a tu cadera y tus pies sobre el piso o, en caso de no alcanzarlo, sobre un descansa pies regulable. Implementar estas pequeñas prácticas y hábitos, hará que te sientas mejor en el trabajo, siempre que cuentes con sillas de oficina de calidad.

La oficina es el lugar en el que pasas la mayor parte de tu cotidianidad, asegúrate de adecuar tu entorno y velar por tu bienestar. Con las sillas ergonómicas, postura adecuada e intensidad de luz necesaria, tus días en el trabajo serán más agradables y saludables.

Articulo tomado de Intercaster

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