Aunque las sillas interlocutoras estén hechas de materiales
resistentes y duraderos, el usuario también debe tener ciertos cuidados para
prolongar la vida útil de los asientos, así evitará comprar muebles en menos de
un año o someter a sus enseres a un mantenimiento prematuro.
Procure no comer
o beber en su puesto de trabajo o escritorios,
un accidente puede ocurrir en cualquier momento, los restos de comida o
derramar líquidos pueden afectar el estado de sus muebles; por lo tanto, tómese
10 o 15 minutos y entre sus pausas activas, aproveche para alimentarse.
Siéntese de
forma correcta en las sillas giratorias, no
coloque los pies sobre la base o las rodachinas y mucho menos en el asiento;
los zapatos, en especial las suelas alojan compuestos que pueden ensuciar las
sillas o en el caso de las mujeres pueden dañar el tapizado o la estructura.
Los asientos con
tapizados o rodachinas deben tener una sesión de mantenimiento de sillas, mínimo una vez al año ya sea de forma preventiva o por el
notable deterioro de los enseres.
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