Mala postura afecta el rendimiento

Existen varios factores que pueden poner en riesgo la labor que desempeña un empleado, así como su salud y bienestar.

Una de ellas son las condiciones en que trabaja, que pueden aumentar el llamado riesgo laboral. Una de esas fallas comunes es la mala postura que se adopta para realizar las labores diarias en la oficina, y que resulta desfavorable para la salud, pues a largo o mediano plazo desencadena problemas como desviaciones en la columna, entre otros, que se manifiestan con fuertes dolores que imposibilitan el movimiento y, por ende, reducen el rendimiento laboral. Cuando se habla de mantener una postura correcta, se refiere a que es recomendable que trate de mantener su cuerpo erguido, para que su columna vertebral no se vea afectada.

Otras partes del cuerpo. Al sentarse inadecuadamente en sus sillas de oficina, sillas giratorias o en las sillas secretariales  es posible que otras partes del cuerpo también se vean afectadas. Se pueden generar pequeñas contracciones musculares tanto en la cabeza como en el cuello, que resulten dolorosas y provoquen tensiones, estrés y fatiga.

Colocar correctamente los accesorios de las sillas, como los reposabrazos, evita que los brazos y las muñecas sufran las consecuencias. Otra de las medidas que se pueden tomar en la oficina, con el objetivo de ayudar a preservar la salud, es no permanecer por mucho en los escritorios y menos frente al computador. Esto no implica descuidar el trabajo, ni requiere de mucho tiempo, y puede redundar en beneficio de la cantidad y calidad de su labor.

El rol de la empresa. Para crear un ambiente de trabajo armonioso, es necesario que el empleado se sienta a gusto en su espacio laboral, en ese rinconcito donde pasa la mayor parte del día, y que ya ha hecho suyo. Es preferible sentarse en sillas que puedan ser reguladas, para que quien las ocupe, pueda adaptarlas a sus necesidades, y también que cuenten con espaldar y reposabrazos. Debe colocar la computadora en forma adecuada, lo ideal sería instalarla de frente a la persona, de modo que no tenga que voltear la cabeza para utilizarla.